Podemos considerar que estas nuevas series dan importancia a un valor tan importante como lo es la amistad, e incluso tienen muy en cuenta la propia familia. Pero, lo que más sobresale son los estereotipos reflejados en los diferentes personajes; contemplamos indiferentes cómo se fomenta la imagen de la típica chica quinceañera presumida, maquillada, conjuntada y, por supuesto, delgada. De la misma forma, se considera ridículo al chico que es estudioso y saca buenas notas, mientras que lo divertido es burlarse de la profesora y los demás compañeros.
Generalmente, este tipo de series busca ampliar su público y enganchar tanto a niños como adolescentes. Muchas de ellas cuentan con argumentos interminables que abarcan intensas historias de amor un tanto ficticias y que suelen estar ambientadas en un instituto. Ahora bien, cualquier actor no es válido, los elegidos serán aquellos que superen el exigente casting de belleza o ¿habéis visto alguna vez un protagonista feo?
En poco tiempo, los personajes protagonizarán diversos números musicales con canciones un tanto pegadizas, para después realizar un cd recopilatorio y por tanto, sacar provecho económico de ello.
Atrás quedaron la dulzura y la inocencia de nuestros dibujos animados, dando paso a una sociedad donde lo único que importa es el dinero.