lunes, 21 de mayo de 2007

¿Nuevas oportunidades?


Cada día observamos cómo las nuevas tecnologías se van introduciendo en la sociedad llegando a ser una parte imprescindible y atractiva que todos queremos poseer. Los nuevos formatos y reproductores, son algunos de los productos y servicios innovadores que nos hacen más llevadero el día a día.

De todos es conocido el éxito que tiene la telefonía móvil y sus derivados, vivimos en sociedades desarrolladas consumistas en las que constantemente buscamos tener más comodidad y poder distinguirnos del resto. Esto lo conocen las compañías productoras de nuevos servicios y por supuesto, lo aprovechan.

Varias son las empresas que han aportado servicios innovadores relacionados con el audiovisual en los últimos años, siguiendo como de costumbre, las tendencias desarrollas en Estados Unidos e Inglaterra:

Series que en su mayoría no superan el par de minutos, de mediana calidad y con actores conocidos, a las que se puede acceder de forma sencilla, donde y cuando queramos.


Hablamos de servicios que apuestan por la producción y distribución de contenidos audiovisuales de forma innovadora. Un nuevo desafío que busca hacerse hueco en una sociedad que demanda, cada vez más, no perder ni un minuto de su tiempo.

No son más que otro de los servicios que intentan favorecer la comodidad del consumidor, apegado hoy día a su teléfono móvil y a tantos otros productos. Al fin y al cabo estamos ante un modo de producción similar a las series de ficción tradicionales, pero en las que la historia se reduce hasta lo insospechado. Series con las que podemos interactuar de forma increíble, y todo esto desde el móvil.

Pero no es oro todo lo que reluce, a este modo de distribución aún le queda mucho por andar, ya que tal y como ocurre en el panorama audiovisual en general, no parece apostar más que por los contenidos prefabricados y actores conocidos.

Y es que en el fondo ¿de qué estamos hablando? Nada más y nada menos que de otra forma de hacer caja.

lunes, 14 de mayo de 2007

¿Apuesta a corto o largo plazo?

La cadena de televisión de Cuatro estrenó el pasado 8 de mayo una nueva serie de producción nacional: Cuenta atrás. Es la primera producción de Globomedia para el canal de Sogecable.

Esta nueva producción apuesta por una técnica audiovisual repleta de un gran número de planos y secuencias a través de un ritmo frenético de estos en un espacio de apenas 50 minutos. Se trata de un despliegue técnico que cuenta con la presencia de numerosas escenas grabadas en espacios naturales lo que ayuda a conseguir una mayor verosimilitud de los hechos narrados.

Además de este atractivo formato, se apoya en la presencia de Dani Martín, líder del grupo español de “El Canto del Loco”, además de los jóvenes artistas que cuentan con varios premios y nominaciones en sus carreras: Bárbara Lennie (Leo), Álex González (Mario) y Teresa Hurtado de Ory (Rocío). El punto de la experiencia viene dado por José Ángel Egido (Molina).

La parrilla programática de Cuatro ha colocado a Cuenta atrás tras la exitosa serie norteamericana House. De esta forma se pretende llegar a la audiencia y luego "buscarle su hueco", según la directora de contenidos de Cuatro, Elena Sánchez. Primero quieren conseguir un número de seguidores considerable para que luego esa fidelidad permanezca independientemente del horario establecido.

Aquí se plantea una cuestión importante: la manera en que las cadenas de televisión van adaptando el horario de sus productos conforme el éxito que vayan adquiriendo. Esto pone en evidencia los intereses de las diferentes cadenas a conseguir el mayor nivel de audiencia y por consiguiente mayores ingresos económicos dejando de lado uno de los valores motores de los orígenes, es decir, los contenidos divulgativos y culturales.

Continuamente comprobamos en televisión que programas de contenido cultural y cuya función es la formativa van variando de horario siguiendo las caprichosas cifras de las audiencias, confundiendo de esta manera al espectador. Programas como Redes, Metrópolis, Días de cine, aparecen en horarios de madrugada que difícilmente serán seguidos por el público. Van rotando por la parrilla programática al son del éxito televisivo.

No se apuesta por este tipo de programas culturales ya que cuando se ponen en antena, no se les da tiempo a que ellos ocupen su hueco y son fácilmente trasladados o eliminados y se busca como consecuencia programas de entretenimiento fácil, de sencilla asimilación.

¿Por qué no poner programas divulgativos tras programas con altos valores de share y así probar su resultado? Sencillamente la televisión sigue siendo algo más que un negocio, tal y como dijo Bustamante.

lunes, 7 de mayo de 2007

Cambio de valores

Todos los sábados y los domingos por la mañana, las distintas cadenas inundan su programación de series infantiles, una estructura que bien podría definir un sector audiovisual que se preocupa por los contenidos emitidos. Sin embargo, el día a día en las televisiones nacionales evidencia cómo ninguna respeta el horario infantil en sus horas de emisión. Partiendo de esta realidad, lo que correspondería cuestionarnos es ¿qué valores fomentan las series infantiles emitidas actualmente en televisión?

La época de Heidi, Marco, y la Abeja Maya pasó hace tiempo, pero en los últimos años han surgido otras como: Lizzy Maguire, Dos en Malibú, Zark y Gody, Doraemón, Rebelde Way, ect.

Podemos considerar que estas nuevas series dan importancia a un valor tan importante como lo es la amistad, e incluso tienen muy en cuenta la propia familia. Pero, lo que más sobresale son los estereotipos reflejados en los diferentes personajes; contemplamos indiferentes cómo se fomenta la imagen de la típica chica quinceañera presumida, maquillada, conjuntada y, por supuesto, delgada. De la misma forma, se considera ridículo al chico que es estudioso y saca buenas notas, mientras que lo divertido es burlarse de la profesora y los demás compañeros.

Generalmente, este tipo de series busca ampliar su público y enganchar tanto a niños como adolescentes. Muchas de ellas cuentan con argumentos interminables que abarcan intensas historias de amor un tanto ficticias y que suelen estar ambientadas en un instituto. Ahora bien, cualquier actor no es válido, los elegidos serán aquellos que superen el exigente casting de belleza o ¿habéis visto alguna vez un protagonista feo?

En poco tiempo, los personajes protagonizarán diversos números musicales con canciones un tanto pegadizas, para después realizar un cd recopilatorio y por tanto, sacar provecho económico de ello.

Abordábamos este tema refiriéndonos en mayor parte a series extranjeras, puesto que, en España, aún existiendo un número de producción de series infantiles o juveniles, es algo muy reducido. A esto se unía el que, actualmente, ninguna serie de este tipo y de producción española es emitida en TV. A pesar de todo, no encontramos una comparación para una serie tan entrañable como es Verano Azul.

En conclusión, las series infantiles y juveniles actuales no tienden a reflejar valores importantes para la vida de una persona, y si lo hacen lo hacen, es de una forma muy insustancial.
Atrás quedaron la dulzura y la inocencia de nuestros dibujos animados, dando paso a una sociedad donde lo único que importa es el dinero.

domingo, 29 de abril de 2007

¿Marionetas de los medios?

Esta semana se va a tratar en este blog el tema de la influencia de los medios en la opinión pública y a su vez el reflejo que éstos hacen de la violencia en nuestro país, analizando desde un punto de vista objetivo si se asemeja a la realidad o es una exageración por parte de éstos.

En cuanto al primer punto, hay un alto porcentaje de creencia en la población española que asume que los medios de comunicación influyen de manera considerable sobre la decisión de las personas en ciertos aspectos de la vida política, social, etc. Algunos ejemplos de esto, son casos como el trágico incidente del 11-M, que debido a su tratamiento informativo por parte de los medios acabó siendo el 2004 uno de los años con mayor índice de votación a nivel nacional, también la controvertida ‘operación Malaya’, que está creando una imagen de Marbella bastante alejada de la realidad comparándola con la “ciudad sin ley” (habiendo innumerables municipios con problemas de corrupción similares o incluso peores), etc.

En este aspecto los medios, y más en concreto en los distintos informativos televisivos de nuestro país, se ve como la misma información se vierte de manera diferente para que salga favorecido uno u otro partido político. Ésta manipulación de la información hace que pierda credibilidad lo que le aleja en cierta manera de la realidad. Este hecho queda patente tanto televisión, como en radio o en prensa…

Respecto al reportaje de Michael Moore titulado 'Bowling for Columbine' visualizado en clase sobre la posesión de armas en EEUU, haremos mención de la situación actual sobre la violencia en nuestro país y la cobertura que se da en los medios:

Analizando los informativos, y centrándonos de nuevo en la televisión, se observa que la gran mayoría de las noticias son de violencia, robos, inmigración… con esta situación pensamos que se intenta introducir miedo en la sociedad española continuamente. Siempre se le dará más importancia a un robo de una persona extranjera, que a un delito cometido por un español…

A continuación adjuntamos un gráfico tomado de un artículo muy interesante sobre “
La influencia de los medios en la percepción social de la delincuencia” en el cual se observa el porcentaje de violencia en el periodo de tiempo del 2001 al 2003, y la cobertura que le dio la prensa a este tipo de noticias. Como se observa, la tasa de delincuencia se mantiene bastante estable en los tres años, mientras que el volumen de noticias de sucesos experimenta variaciones mucho más pronunciadas. El mayor número de noticias sobre sucesos se dedica a los delitos de menor incidencia, pero que causan más impacto social.
Para concluir, pensamos que los medios de comunicación deberían reflejar la realidad tal cual y no hacer uso de la manipulación puesto que a este paso iremos desconfiando cada vez más de las informaciones que nos dan, aunque quizás ya estemos acostumbrados a este tipo de manipulaciones mediáticas y no nos afecte demasiado…


domingo, 22 de abril de 2007

Aquí si hay quien venda

Según el diccionario de La Real Academia Española, marketing o mercadotecnia es "el conjunto de principios y prácticas que buscan el aumento del comercio, especialmente de la demanda".

El marketing convive diariamente con nosotros; tras el boom de una serie de éxito como fue "Aquí no hay quien viva" o "Al salir de clase", todas las tiendas del país se llenaron de sus artículos, ofreciéndonos DVD´s con sus temporadas, revistas, llaveros, tazas, carteles... Un sin fin de productos que amortizan las inversiones de las productoras y más.


El marketing se convierte en un mundo ambiguo de dos caras que aparentemente pretende poner a nuestro alcance los recursos de aquella serie que nos conmovió el corazón, que nos hizo llorar y reír, con la que tuvimos miedo por la seguridad de los protagonistas con quienes nos identificábamos, seres ficticios a quienes ya les teníamos cariño... en fin, nos permite poseer aquellos recuerdos que marcaron un antes y un después en nuestras vidas, y todo eso por tan sólo 30 euros al mes durante ocho meses en una colección que pasará a la historia. Así se venden este tipo de productos, así se mueve el mundo comercial de la televisión, creándonos necesidades que no tenemos, persuadiéndonos y tocando nuestro punto más sentimental.

Un sentimental barato que nos lleva a comprar colecciones enteras de series de ficción, camisetas con la foto de nuestro ídolo televisivo, la taza en la que nos hacen un montaje para que parezca que estamos junto al protagonista de la serie, el CD con la recopilación de las canciones de nuestro programa preferido, etc. Un sentimental que se duerme cuando hay que dar cuotas mínimas, a veces ridículas, para apadrinar a un niño, o cuando hay que "hipotecarse" para aportar una miserable moneda a los voluntarios de la Cruz Roja, ese es el sentimental que no se da cuenta que vive en un mundo real en el que hay que jugar teniendo prioridades y donde no sobraría que una de ellas fuese, precisamente, la humanidad.

Lo que importa no es que no nos impliquemos en las series de TV, claro que no, de hecho es uno de los objetivos básicos a los que aspiran los guionistas y productores de cualquier serie, así como una de las expectativas que esperan los televidentes.

La cuestión radica en que sepamos marcar los límites entre realidad y ficción, que nos detengamos a pensar cuando la jerarquía de las cosas empieza a cambiar en nuestra mente.

domingo, 15 de abril de 2007

Polis y enfermeras a la carta


La producción masiva de series de temática sanitaria en nuestro país es una realidad. En la actualidad Antena 3 se encuentra preparando el casting de Enfermeras, otra serie más ambientada en un hospital y que será llevada a cabo por Europroducciones, también responsable de seriales como Obsesión, Luna Negra, La verdad de Laura y El Secreto.
Aunque es pronto, esta serie tiene todas las papeletas para ocupar la franja diaria de primera hora de la tarde en sustitución de las reposiciones de Aquí no hay quien viva, incrementando así, el número de producciones cuyos contenidos difieren cada vez menos.


Abundan, asimismo, las series policíacas, ejemplo de ello es la nueva serie de cuatro:Cuenta atrás, producida por Globomedia, en la que se seguirá a los miembros de una unidad de policía judicial. En un principio, sus responsables apuestan por la acción y la tensión, y cada capítulo empezará con una escena en la que estará a punto de suceder algo para, a continuación, remontarnos unas horas o días atrás, y mostrarnos la investigación a contrarreloj llevada a cabo por el equipo de agentes. Éste esta constituido por una serie de actores tales como Dani Martín, cantante de El Canto del Loco, que también hizo sus pinitos como actor en series y películas como Sin vergüenza; dos jóvenes acrices muy prometedoras, por un lado Bárbara Lennie (a la que se puede ver en cine en Mujeres en el parque) y Teresa Hurtado (protagonista de Astronautas); y por último, actores con experiencia como Álex González y José Ángel Egido. Cada episodio durará 50 minutos y en ellos se apostará por el ritmo y la acción en exteriores.

Quizás el incremento de series con una temática tan específica se debe al enorme éxito que, series extranjeras como "House" o "Anatomía de Grey", están provocando en nuestro país, hecho que anima a nuestras productoras a desarrollar contenidos similares como posibles fuentes de beneficios.
Hablamos de un negocio que ha llevado consigo la aparición de un número cada vez mayor de producciones que, bajo el nombre de "Enfermeras" u "Hospital Central", intentan enganchar al público aplicando estructuras narrativas y dramáticas calcadas de las grandes y exitosas series extranjeras, fundamentos que no aportan nada nuevo a la audiencia y que conforman una parrilla televisiva cada vez menos gratificante.

Son precisamente las series de temática sanitaria las que más nos preocupan. De todos es conocida la influencia que los contenidos emitidos en televisión pueden tener sobre la audiencia, pero, ¿son conscientes las cadenas de esto?, ¿buscan algún efecto didáctico con la emisión de estas producciones?
En América estas series se consideran un eficaz vehículo para la educación sanitaria pero, ¿nos hemos parado a pensar qué nos transmiten en España?

Si existen tantas series de producción nacional con esta estructura narrativa, deberíamos observar cuáles con los efectos didácticos que causan entre la audiencia, ver si nos aportan determinadas informaciones sobre fármacos, prevenciones de enfermedades, etc.
No hablamos de cambiar la forma de la serie, pero tal vez de realizar un pequeño juego, una interacción con la audiencia, con las dudas de los jóvenes y los no tanto, con respecto a una multitud de cuestiones sanitarias.
Contamos con los medios de emisión, con el presupuesto y con una audiencia elevada dispuesta a consumir estos contenidos pero ¿existe intencionalidad didáctica? Desde luego si la respuesta es negativa, ¿qué estamos viendo?

lunes, 9 de abril de 2007

Experiencia e ilusión ¿Por qué no?


Como ya hemos señalado en artículos anteriores, Antena 3 y Telecinco son las dos cadenas que más apuestan por la producción de ficción nacional. Año tras año se declaran como grupos empresariales con una estrategia audiovisual emprendedora, con interés en el contenido de sus producciones y su influencia.
Defensores de la apuesta por lo novedoso, por el trabajo, por la gente joven, pero, ¿qué tiene esto de cierto?

De todos es conocida la rivalidad entre dichas cadenas. Pero lo que nos interesa es lo que esto conlleva. En su búsqueda por obtener mayor audiencia, este último año han realizado movimientos tales como:

  • Cruce de profesionales con la contratación por parte de Antena 3 de la anterior Responsable de Producción de Ficción de Telecinco (Sonia Martínez), como Responsable de la Producción de series nacionales.
  • Adquisición en exclusiva del 15 % de las sociedades audiovisuales de Jose Luis Moreno, por parte de Telecinco. Incluyendo un contrato en exclusividad para la producción de contenidos con Miramón Mendi. Esto ha sido posible entre otros factores, a que el contrato de esta empresa con el Grupo Planeta, terminó en Julio del año pasado.

Pero no son los únicos, muchos son los hechos que nos descubren a la mayoría de las cadenas, y en concreto a estas dos, como una mera empresa más que busca beneficios, que crecen a la misma velocidad que "evitan" apostar por lo, en un principio, desconocido.

Cada año, nos encontramos con una parrilla televisiva que busca atraernos ya no sólo con nuevas temporadas de series que están funcionando, sino con el estreno de numerosas apuestas "frescas" y atractivas que publicitan hasta la saciedad.

La mayor parte de las cadenas se autoproclaman defensoras de la apuesta por lo joven, lo novedoso, pero no dan un paso más allá, realizan traspasos de personal con amplia experiencia en el sector, contratan contenidos ya elaborados y que han pasado la prueba de la audiencia, se desechan las productoras que han creado algún contenido innovador medianamente interesante aunque virgen entre la audiencia.
¿Es esto apuesta por lo nuevo?, ¿apuesta por lo joven?

A nuestro parecer, a todas las cadenas les queda mucho por comprometerse de forma real con el trabajo de los jóvenes, de aquellos que no cuentan con 15 años de experiencia en el sector, como es el caso de Sonia Martínez, pero que sí pueden ofrecer y producir contenidos de alta calidad. Contenidos audiovisuales tras los que se vislumbran ilusiones, expectativas, innovación y sobretodo ganas por trabajar.

Por supuesto la experiencia siempre es un punto a favor, que desgracidamente muestra sus flaquezas en el anquilosamiento, así pues, que mejor que sazonarlo con un poco de aire fresco e ilusión...

lunes, 26 de marzo de 2007

¿Hasta dónde llega el "humor"?

El tema a tratar esta semana consiste en abordar la polémica generada tras la emisión de unos de los capítulos de la serie Aída de Telecinco llamado “El enano oscuro del corazón”, en el que presenta una serie de comentarios que manifiestan un trato degradante y deshonroso a las personas que sufren la enfermedad del enanismo óseo, entre ellos: Los enanos no son de fiar; Si pareces un repuesto de futbolín; ¿Cómo va a ser mi hijo si yo soy normal?

Ante esta situación, la fundación ALPE Acondroplasia, que lucha por la derechos y la integración de estas personas, no ha exigido una compensación económica sino una disculpa pública del tratamiento dado a estas personas y la organización y financiación de un debate llevado a cabo en televisión que abarque el tema de la discapacidad.

Telecinco pide perdón por esta situación generada. Confiesa no haber revisado el contenido del capítulo una vez proporcionado por la productora contratada Globomedia e intenta reducir el problema exponiendo que los comentarios presentados pertenecían al personaje más xenófobo de la serie y no a ellos mismos.

La cadena expone un argumento no válido deontológicamente hablando, es la justificación de explicar que las frases presentadas por palabras son del personaje de Mauricio pero que ellos no piensan esas cosas. Pero ¿acaso los caricaturistas de los periódicos no ponen en boca de sus personajes cómicos la línea ideológica ante los temas de actualidad? Para empezar errar es de humanos y rectificar es de sabios, así que no pueden eliminar su parte de su culpa diciendo que no fueron sus palabras. La cuestión no es pasarse la responsabilidad de unos a otros sino enfrentarse a las consecuencias de ello. Lo presentado sí es el fruto del trabajo de un grupo de guionistas que dan forma a un producto. Eso es lo que hay que evaluar también, ya que se trata de otro medio cualquiera para expresarse y justificar que es algo de ficción alejado de la realidad no es un argumento válido.

Nuestra reflexión también se centra en este último aspecto. La cadena es la responsable principal de los contenidos que ofrece, aunque contrate el producto de una compañía importante no implica que deba relajarse ante lo que llega a sus manos, ya no sólo por cuestión de prestigio, sino de posibles problemas legales a los que se pueda enfrentar. Es contradictorio cómo una cadena de televisión que lleva a cabo una campaña de doce meses, doce causas, produzca programas de calidad cuestionada como Aquí hay tomate y A tu lado , entre otros, y que en este caso tratado, que Telecinco acepte sin más, sin un estudio previo, contenidos que rozan una discriminación de tales características. Además de este sector que ha expresado su descontento ante el tratamiento ofrecido hacia ellos por parte de la serie, también queremos destacar que semana tras semana se hacen comentarios un tanto despectivos hacia los calvos, los gordos, etc.

Es por ello que también planteamos una reflexión sobre cómo la televisión se convierte en un territorio “salvaje” donde la búsqueda de la máxima audiencia esquiva a los valores mínimos éticos hacia el respeto de las diferencias entre las personas donde se busca el humor fácil y cruel para conseguir el propósito del preciado máximo valor en el share. Se entra en un ámbito donde la ironía y el humor se confunden con la maldad y el desprecio, donde lo gracioso se convierte en sinónimo de miserabilidad y donde los límites se traspasan de maneras insospechadas.

lunes, 19 de marzo de 2007

Las comparaciones son odiosas...

A modo de profundización del artículo publicado la semana pasada, nos centraremos en hacer una breve comparación entre las producciones de series nacionales y las hasta ahora de moda series internacionales:

El pasado 17 de Febrero salió a la luz un estudio por parte del Observatorio Iberoamericano de Televisión que nos ha aportado información bastante interesante: las cadenas de televisión españolas han programado en el pasado año, 178 horas más de series de ficción y, en concreto, más del 50% de éstas provienen de Estados Unidos. Este aumento de horas emitidas está promovido por la aparición de nuevas cadenas autonómicas y locales, así como las apuestas que han hecho cadenas como la Sexta o Cuatro por la ficción internacional con series como House, Prison Break o The Closer. Productos estadounidenses que han conseguido muy buenos datos de audiencia en nuestro país.

Podríamos afirmar que en general nos gusta mucho la ficción internacional, y de aquí nos planteamos una pregunta: ¿Por qué la ficción nacional no tiene tanto éxito? Señalamos de esta manera algunas de las diferencias más destacadas:

El horario de emisión: las costumbres estadounidenses permiten un prime-time mucho más razonable en cuanto a horario, mientras que en España se abusa excesivamente de la longitud de cada capítulo, haciéndonos esperar hasta ya pasada la media noche para poder ver el desenlace de éste.

La publicidad: las series estadounidenses están preparadas para la publicidad de su país: un número más o menos estandarizado de cortes, en momentos bastante definidos, y con una duración limitada. En España cada vez juegan más con nuestra paciencia: cortes al gusto de los realizadores y de duración imprevisible que cortan cualquier atisbo de continuidad de la serie.

El presupuesto: puede parecer lógico… pero un mercado mayor permite realizar una mayor inversión en una serie, ya que las perspectivas de rentabilización son mayores. En España la inversión es más escasa ya que el mercado es mucho más limitado. Por esta última razón se deja claro que es más fácil apostar por algo ya hecho que poner un producto que no se sabe si va a funcionar. Por ejemplo resultaría inútil comparar “CSI” con “El comisario”.

Los temas: la ficción nacional sólo se basa en el humor y en la utilización de clichés exagerados en los que poca parte de la audiencia se ve reflejada. Se puede exceptuar alguna que otra serie, que apuesta por el thriller, como la que emite la cadena Cuatro en la actualidad, Génesis: en la mente del asesino, o por la que apostó Telecinco, “Motivos personales”, pero por suerte o por desgracia en nuestro país siempre se tiende al culebrón despechado. Nos encontramos con una gran falta de credibilidad de argumentos y falta de riesgo por parte de productores y programadores de las cadenas, que prefieren formatos más baratos, de éxito rápido y efímero (esto no quiere decir que en las series extranjeras no ocurra lo mismo).
Para concluir, haremos mención a la calidad de las series, que quizás venga derivado del presupuesto, antes mencionado. Resulta cómico comparar series estadounidenses como la exitosa “Anatomía de Grey” o House con una de las que tenemos actualmente en la parrilla televisiva: MIR (mezcla cantosa de las dos citadas anteriormente).

Añadimos un enlace sobre la nueva campaña de Antena 3 promocionando sus series, con un curioso lema… “al talento se le llama por su nombre”, no tiene desperdicio.
Nos queda mucho para ponernos a la altura de estas series internacionales, pero no cerremos las puertas a la esperanza…

lunes, 12 de marzo de 2007

Algo falla...

Antena 3 y Telecinco son las cadenas que más apuestan por las series nacionales en nuestro país. Cada año vemos novedades en sus programas, series y realities y, es que, lo que la televisión busca es la máxima audiencia. Así ocurre cuando se decide emitir una nueva serie: se buscan nuevas ideas, temas actuales, modernidad, etc. Pero, ¿qué factores intervienen en el éxito de las series favoritas del público? Son evidentes aquellas series que triunfan ya que renuevan sus temporadas y durante años forman parte de la parrilla. Sin embargo, otras muchas caen y, nos preguntamos, ¿cuál es la causa por la que estas propuestas no llegan a estar a la altura?

Muchas pueden ser las circunstancias por las que una serie no llegue a encajar en el público, desde el tema escogido a la interpretación de los actores e, incluso, el horario establecido para su emisión. Este fue el caso de la serie emitida por TelecincoVientos de agua” la cual al obtener poca audiencia debido a su estilo cinematográfico fue cambiada de horario emitiéndose los viernes a la una de la madrugada, lo cual provocó un inminente rechazo de la audiencia.

Los fracasos más destacables de este último año fueron “Ellas y el sexo débil” y “Divinos” ambas adoptadas por Antena 3. La primera contaba con una calidad bastante baja y con el permanente protagonismo de Ana Obregón y su mala actuación. “Divinos” apostó por la euforia de la prensa rosa. A lo largo de los capítulos podríamos ver la elaboración de un programa telebasura y las cómicas situaciones derivadas de éste.

El primer factor a analizar en cuanto al fracaso de las series podría ser su propia temática: los argumentos que nos ofrecen apenas son innovadores y terminan aburriendo a la audiencia, que no se identifica con lo que se muestra en pantalla. Prueba de ello es la extrema actitud feminista que venía representando Ana Obregón en su serie.
Otro factor es la propia calidad de estas producciones, que dejan mucho que desear frente a exitosas series internacionales.
Para concluir, nos plateamos una pregunta ¿Qué tipo de identificación sufría la audiencia que veía “Ana y los siete”? Para gustos los colores...

domingo, 4 de marzo de 2007

Series con pluma...

En el artículo de esta semana queremos llevar a cabo una valoración crítica de la incorporación y evolución del personaje homosexual en las series de producción nacional.

De todos es sabido que la homosexualidad está al orden del día. La mayoría tiene un amigo gay, una prima lesbiana, un pariente lejano que vive con su novio o incluso nosotros mismos tenemos una pareja del mismo sexo. Aunque casi todas las personas lo respetan (que no entienden), es cierto que siguen existiendo algunos individuos que conciben esta orientación como errónea y pecaminosa a la vez que antinatural.

No obstante parece que las series, en este caso nacionales, se han percatado de este fenómeno cultural y es que "lo gay está de moda". Es por ello por lo que la incorporación de la figura del personaje homosexual en televisión, no se ha hecho esperar. Series del tipo Aida, con un adolescente abiertamente gay, de inquietudes intelectuales, o la "graciosa" pareja de gays de Aquí no hay quien viva, han llegado a nuestro hogares de una forma casi instantánea estereotipando la figura del homosexual culto, adinerado, refinado y casi alejado del mundo en el que vive bajo una "plataforma de ensueño" donde todo son risas y plumas.

Debemos mantener los ojos bien abiertos, pues la televisión a través de estos personajes, generaliza y estereotipa aún más a este sector social. Se usa al "mari" de turno para lanzarlo al estrellato, un personaje que resulte gracioso a la audiencia y que las cadenas de televisión se beneficien económicamente mientras bombardean y a dichas personas convirtiéndolas a menudo, tal como le ocurre a Fidel de la serie Aida, en objeto de mofa.


¿Quién se ríe de quién?, ¿la audiencia del chico o chica homosexual o la cadena de su audiencia a través de dicho chico o chica?

lunes, 26 de febrero de 2007

¡Mamá! quiero ser artista

Es evidente cómo la influencia de la televisión entra cada vez con más fuerza en la vida de la sociedad española, especialmente en las nuevas generaciones que, cautivadas por los modelos estereotipados a seguir, por las tendencias de moda, por las carreras musicales de rápido triunfo, por la fama a un alcance mínimo, entre otras muchas cosas, centran sus expectativas de vida en un mundo ficticio producto de la televisión y de la imaginación de grandes empresarios cuyo fin no es otro que el de aumentar la audiencia, hecho que conlleva un aumento en las arcas de la productoras en cuestión.

Series como Un Paso Adelante o Los Serrano, nos presentan unos cánones de belleza y comportamiento, que supuestamente nos embarcarán por el camino del triunfo, de la fama y la riqueza. Situación que, bajándonos de esa nube utópica y poniendo los pies un poco más en la cruda realidad, no es tan accesible, sino para unos pocos "afortunados" que consiguen dichos logros por méritos, muchas veces, desconocidos.

En resumen, sólo resta decir que, si nuestras sociedades fueran más conscientes del entorno que les rodea, y tuvieran un poco más agudizada su sensibilidad (destrozada por la morbosidad televisiva), quizás podrían ser más críticas a la hora de definir su identidad y postura frente al mundo, teniendo presente que los auténticos logros se encuentran en alcanzar tras mucho esfuerzo, su norte.