lunes, 14 de mayo de 2007

¿Apuesta a corto o largo plazo?

La cadena de televisión de Cuatro estrenó el pasado 8 de mayo una nueva serie de producción nacional: Cuenta atrás. Es la primera producción de Globomedia para el canal de Sogecable.

Esta nueva producción apuesta por una técnica audiovisual repleta de un gran número de planos y secuencias a través de un ritmo frenético de estos en un espacio de apenas 50 minutos. Se trata de un despliegue técnico que cuenta con la presencia de numerosas escenas grabadas en espacios naturales lo que ayuda a conseguir una mayor verosimilitud de los hechos narrados.

Además de este atractivo formato, se apoya en la presencia de Dani Martín, líder del grupo español de “El Canto del Loco”, además de los jóvenes artistas que cuentan con varios premios y nominaciones en sus carreras: Bárbara Lennie (Leo), Álex González (Mario) y Teresa Hurtado de Ory (Rocío). El punto de la experiencia viene dado por José Ángel Egido (Molina).

La parrilla programática de Cuatro ha colocado a Cuenta atrás tras la exitosa serie norteamericana House. De esta forma se pretende llegar a la audiencia y luego "buscarle su hueco", según la directora de contenidos de Cuatro, Elena Sánchez. Primero quieren conseguir un número de seguidores considerable para que luego esa fidelidad permanezca independientemente del horario establecido.

Aquí se plantea una cuestión importante: la manera en que las cadenas de televisión van adaptando el horario de sus productos conforme el éxito que vayan adquiriendo. Esto pone en evidencia los intereses de las diferentes cadenas a conseguir el mayor nivel de audiencia y por consiguiente mayores ingresos económicos dejando de lado uno de los valores motores de los orígenes, es decir, los contenidos divulgativos y culturales.

Continuamente comprobamos en televisión que programas de contenido cultural y cuya función es la formativa van variando de horario siguiendo las caprichosas cifras de las audiencias, confundiendo de esta manera al espectador. Programas como Redes, Metrópolis, Días de cine, aparecen en horarios de madrugada que difícilmente serán seguidos por el público. Van rotando por la parrilla programática al son del éxito televisivo.

No se apuesta por este tipo de programas culturales ya que cuando se ponen en antena, no se les da tiempo a que ellos ocupen su hueco y son fácilmente trasladados o eliminados y se busca como consecuencia programas de entretenimiento fácil, de sencilla asimilación.

¿Por qué no poner programas divulgativos tras programas con altos valores de share y así probar su resultado? Sencillamente la televisión sigue siendo algo más que un negocio, tal y como dijo Bustamante.

No hay comentarios: